Una de las cosas que más les gustaba a los orfebres era hacer pulseras, pero para ello debían de contar muy bien y saber muy bien cuántas joyas o piedras preciosas se necesitan para elaborar cada encargo. En esta ocasión el rey nos pidió una tarea muy especial, debíamos de conseguir 10 piedras para poder hacer una pulsera. La dificultad venía cuando debíamos de pensar cuántas piedras debíamos de pedirle al banco para poder tener 10.
Cada uno contó las piedras que nos dio la seño y fue contando cuántas quedaban para llegar a diez, entonces le pedían al banco que era la seño Ainhoa que nos diera las que nos faltaba, y así realizábamos el encargo.
Además nos atrevimos a escribirlo como una suma en el suelo.
Nos lo pasamos genial.
Somos unos auténticos matemáticos.
Orfebre era la palabra de las piedras! ahora lo entendemos mejor! este proyecto es completísimo!
ResponderEliminarNos gusta mucho ver lo que hacéis, gracias!
Salen contando que han jugado a hacer pulseras cuando en realidad han estado haciendo una gran clase de mates. Me encanta esta manera de aprender. Eso si la palabra era algo asi como "oreo" jjjjjjjjj
ResponderEliminarSin palabras...que actividad tan completa!
ResponderEliminarSin palabras...que actividad tan completa!
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